Presentando por
Michelle Montenegro
Ellas.pa
Expertos nos aconsejan qué debemos hacer y qué no al emprender la aventura de pintar la casa.
Al acercarse los últimos días del año, nos embarga la emoción de las compras navideñas y también los deseos de renovar los espacios de nuestro hogar con una buena mano de pintura. Rápidamente ponemos manos a la obra para comenzar la tarea, pero para evitar esos pequeños inconvenientes -que pasan regularmente y pueden robarnos la calma-, tres expertos nos cuentan sobre qué hacer y qué no al decidirnos a tomar la brocha. Evita los 10 errores más comunes que cometemos los pintores de brocha gorda.
1. Ante todo, limpio: Irasema de Valverde indica que siempre, antes de comenzar a pintar, debemos preparar la superficie, eliminando cualquier rastro de suciedad, polvo y grasa de las paredes. “El 90% del éxito del acabado de la pintura no está en que compres la más cara ni la más económica, sino en que la superficie esté preparada para ser pintada”, explica, y agrega que pasar un trapo entre húmedo y seco es una sencilla solución.
2. Superficie irregular: Después de la limpieza, la pared debe estar lo más pareja posible. “Es importante resanar grietas o rajaduras si existen, porque puede haber filtración, humedad y se echa a perder la inversión en la pintura”, comenta Liliana Lorenzo, decoradora de Glidden Decor.
3. Ausencia de base: El diseñador de interiores, Iván Cruz advierte de que uno de los errores que más problemas puede acarrear es no utilizar una base o primer. “Usar un primer garantiza no solo una mejor cobertura de color sobre las paredes (con menos pasadas y con mayor calidad), sino que conseguiremos colores más vibrantes”.
Hace hincapié en que “el pasado siempre sale a relucir”, por lo que el color anterior puede afectar la apariencia de la nueva pintura si no se aplica una base entre una y otra.
4. Poner agua a la pintura: Por más espesa que se vea la pintura, Valverde insiste en que jamás debe ser diluida con agua, porque esta le elimina propiedades y le varía el color, por lo que si sobra pintura para retoques, cuando la vuelva a utilizar no solo estará contaminada, sino que el tono no será el mismo.
5. No ser detallista: Lorenzo aconseja recordar cubrir los muebles y todo lo que hay que preservar de manchas accidentales de pintura, utilizando plástico o periódico para los pisos y tape especial para pintar. De igual forma, sugiere que hay que ser detallista especialmente en no pintar los tomacorrientes o interruptores, tomándose el tiempo para desmontarlos. “Las cintas adhesivas deben retirarse siempre en la última mano, antes de que se seque la pintura; de lo contrario, habrá desprendimiento”.
6. Un solo día: A veces la desesperación nos gana e intentamos terminar el trabajo en un solo día. Valverde indica que si bien el clima de Panamá nos acompaña y la pintura parece que seca rápido al tacto, por dentro puede permanecer húmeda. El tiempo de secado lo calcula entre 4 y 6 horas para cada mano. “De hacerlo antes, lo que hago es remover la primera capa y parece que la pintura no cubre. Esto es más perceptible en colores intensos, porque cuando hay más tinte la pintura se seca más lento”. Así que en vez de hacerlo en un día, pensemos en dos.
7. Ser incongruentes: Cruz especifica que no tenemos que pintar toda la casa del mismo color, pero es bueno sentir que hay una relación cromática entre los ambientes o corremos el riesgo de que haya una “desconexión” visual. “Usemos colores que estén dentro de la misma familia, o vinculemos un espacio con otro a partir del uso de accesorios. Así conseguimos relatar una historia de diseño con mucho sentido”, dice.
8. Usar implementos de mala calidad: Generalmente, el rodillo puede usarse de dos a tres veces, pero cuando son de mala calidad se echan a perder en menos tiempo y puede influir en el acabado de la pintura. “Muchas veces si compramos brochas de mala calidad o muy económicas, quedan las hebras atrapadas en las paredes, al igual que con los rodillos”, comenta Lorenzo. Las de cerdas naturales tienen mayor tiempo de vida y mejor funcionamiento.
9. No cuidar las fuentes de luz: El tipo y temperatura cromática de las luces que se usan en casa van a afectar directamente la calidad de color que se percibe. “Todos los focos fluorescentes, independientemente de que sean warm o cool, suelen ubicarse dentro del espectro más frío, con subtonos violetas-azules, de modo que resaltarán la frialdad del color escogido y cambiarán drásticamente el resultado. Por otro lado, las bombillas incandescentes tradicionales se ubican dentro de la gama roja/naranja/amarilla y darán calidez a los espacios”, expresa Cruz.
10. Ignorar opiniones: Valverde hace hincapié en que nunca se debe elegir arbitrariamente un color, ignorando la opinión de quienes van a estar en el ambiente que va a ser pintado. “Si todos van a habitar el ambiente, escoge un color con el que todos se sientan bien. Ya cuando llegamos a áreas privadas como los cuartos, cada uno escoge su color personal porque es su ambiente propio”.
CONSEJOS ADICIONALES
Liliana Lorenzo, de Glidden Decor, explica que para pintar esquinas y zócalos se usan brochas de 1 a 1 1/2 pulgada. No más grandes que eso.
El diseñador de interiores Iván Cruz agrega que no se debe exagerar con los colores vibrantes, y propone balancear las áreas con colores neutros, “para ofrecer descanso a la vista y permitir que los acentos de color resalten”.
Finalmente, Irasema de Valverde recuerda que el estado de ánimo es importante. “Si deciden pintar y arreglar el hogar en familia, no peleen. Prométanse al terminar una pequeña celebración con una copa de vino o una comida rica, porque el trabajo duro merece recompensa”.
Inténtalo: visualiza los colores con solo unos clicks con Glidden